LAS MENTIRAS DEL CINE PARA ADULTOS

Parejas que van al grano, dimensiones corporales llamativas, escenas que enrojecen a quienes padecen vitiligo, finales predecibles y abundancia de onomatopeyas, constituyen los elementos primarios encontrados por la sexóloga Mireya Recha sobre el cine para adultos. A continuación los hallazgos encontrados por la experta después de presenciar cerca de setenta películas y ser hospitalizada otras tantas por arritmias.

Mentira 1: en el cine para adultos solemos ver actores que tienen herramientas de gran tamaño y nos hacen creer a las mujeres que esto es lo normal. Después de una cruda y profunda investigación en libros de anatomía y en biología de marinos, logro concluir que esas proporciones no son la medida del hombre común y que su única finalidad es lograr odiosas comparaciones con el tamaño estándar de los hombres blancos: 12 cm.
Mentira 2: en este cine solemos ver cómo la relación empieza con un juego previo y rápidamente termina en la corporeidad, sin accidente alguno. Ninguna de las películas vistas incluyó una claudicación masculina o contracciones espasmódicas involuntarias del diafragma de la dama.
Mentira 3: es frecuente ver que el actor masculino llega a buen puerto después de una faena que envidiaría un contorsionista. Las dos veces que mi marido intentó una de esas proezas sufrió distención de ligamentos y pérdida de piezas dentales.
Mentira 4: si bien la mayoría de escenas finales produce un gran impacto visual, la realidad es que esas posiciones son realmente muy incómodas y pueden producir una explosión de hilaridad en la dama.
Mentira 5: los personajes femeninos suelen hacer un despliegue exagerado de gritos y llamados a la pericia en pleno juego. La realidad me ha demostrado que los únicos gritos en estas situaciones se producen por heridas cutáneas producidas por las uñas de los pies del varón o la extracción involuntaria de folículos pilosos.
Mentira 6: en algunas escenas se pueden ver muchas situaciones agresivas o violentas producto de la fogosidad. De acuerdo a mi experiencia, la gran mayoría de las parejas prefieren evitar las contusiones y las palmadas.
Mentira 7: en el 90% de las películas vistas aparecen ciertos guiños fetichistas: lencería erótica, zapatos estilizados y disfraces, entre otros. Si bien este tipo de indumentaria ayuda a la imaginación, es importante que los protagonistas del evento sean conscientes de su sobrepeso y del exceso de pelo, antes de usarlos.
Mentira 8: en el 67% de las escenas de películas para adultos la mujer encuentra a su pareja teniendo un encuentro con su amiga y ella sin dudarlo se suma a un furioso menage a trois. La investigación realizada demuestra que en la vida real una situación parecida lograría una muenda atroz.
Mentira 9: en todas las películas vistas el repartidor de pizza, las mucamas, los jardineros, las secretarias, los escritores y los profesores de matemáticas, por solo dar algunos ejemplos, son siempre bellos y de físicos espectaculares. No solo eso, sino que además están dispuestos a un encuentro con la protagonista. Salvo el caso de los profesores de matemáticas y los escritores, lo demás no es cierto.
 
Después de cinco años de trabajo de campo y de ver exactamente 69 películas puedo concluir que lo que pasa en gran parte de las escenas es pura paja y que las películas para adultos tiene poco que ver con la realidad.

Principales fuentes de consulta:
1- Colegialas en celo.
2- Robin Hot
3- Liberadme de Willy
4- Buscándosela a Nemo
5- Instinto Lésbico
6- Siete polvos y un funeral
7- El Sexorcista
8- Perversión en el convento
9- Cabalgata por la selva negra
10- Mujeres al borde de un ataque de miembros
11- Daniel el perverso
12- Truman Cipote

Fotografía de la Dra. Recha en la recolección de pruebas para su investigación.   


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