Whiskeys y duendes


DE VUELTA AL MUNDO HOY CON UN RELATO DE WHISKEYS Y DUENDES


Este es el relato de Fernando de Magullado, quien decidió volverse un viejo verde, y para ello emprendió viaje a Irlanda.

El destino hoy nos trajo, queridos coterráneos, a la isla de Eire, nombre que proviene del proto celta Φīwerjon, que significa “buen vividero”. Famosa por ser la tierra de los O’Connell, los O’Hara y los O’Jeda, Irlanda es un crisol de las razas celta, vikinga y catracha, desde que aquel pirata remolón atracara en Galway y con el tiempo extendiera la saga de los O’ciosos.

El blanco de su bandera simboliza el eterno cielo nublado de Dublín; el naranja, la pureza del whiskey, que se escribe con e (el diptongo es sordomudo), y el verde, el color de los campos, los ojos de sus bellas señoritas y la mirada de los ancianos.

De gentes civilizadas, Irlanda entendió el fútbol a un nivel ajedrecístico y por eso lo juegan con las manos y con palos. Conocidos como los chiriguanos de Europa, por su gastronomía papera y cervecera, Irlanda ofrece un maravilloso paisaje rural, en el que se conservan reliquias medievales como el orinal de los O’Healey, la letrina de los O’Brien y los pubs de los O’sea. Además del whiskey y la cerveza, como actividades económicas primarias, se destaca también la producción de la chicha irlandesa, que fue desarrollada por la familia escandinava D’Onofrio, pero que hoy es comercializada por la empresa James Juice. Con menos de cinco millones de habitantes, este país angloparlante se destaca mundialmente por su literatura y música popular. Aunque reprobó el examen de inglés de Cambridge, Oscar Wilde fue uno de sus grandes genios. Aquí lo recordamos con uno de sus limericks (pequeña composición poética).

Eire que besa (Traducción de Sinnead O’Sorio)

La oveja que mira a través de la cerca 

El Atlántico que trae a la barca más cerca

La pequeña capilla del cura Robert 

Donde los niños corren sin ropa 

En el sendero las migas de la oveja.



En la escena musical, se destacaron los Shamrocks, un trío de cuerdas y dos orates, que por más que lo intentaron, no tuvieron ninguna fortuna; los Goblins, un cuarteto de arpas con un mánager arpía, que se les llevó el oro y los hizo desparecer en poco tiempo, y los St. Patricks, un grupo de música culta, que después de sus ruinosa situación, se convirtió en un grupo de música oculta. Reza la leyenda que los St. Patricks intimidaban a sus acreedores a punta de bastonazos hasta que los hizo emigrar de la isla.






 

Comentarios

  1. O'vaya que buen relato! Sin embargo, esperaba lo relacionado con el cuarteto de tres hojas trebolinas y por supuesto la olla de O'ro!!

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  2. Me encantó leerte! Amo Irlanda y sigo soñando con poder regresar...

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