EFECTOS DE LA HORMONA DE LA INFIDELIDAD

Varios estudios a nivel mundial comprobaron que uno de cada tres hombres adultos comete adulterio una vez en su vida. En la mayoría de los casos, el engaño se debe a la rutina, la baja frecuencia en la depilación de la pareja, el exceso de monogamia, la hormona vasopresina y en el caso de los pastores en creencias religiosas basadas en satisfacer la mujer del prójimo. La sexóloga Anna Busado de Hessa reconoce que la baja frecuencia de depilación y la cantaleta son las principales causas de malestar e infelicidad, lo que propicia la infidelidad. En otros casos dice Busado de Hessa, simplemente son infieles para vivir la experiencia y la adrenalina que provoca la situación o en el caso de los religiosos para cumplir mandatos divinos.
Un estudio realizado en 2008 por el geneticista italiano Aquiles Crotto reveló que cuando existen variaciones en la hormona vasopresina u hormona del abarraganamiento hay una alta probabilidad de que esa persona tenga tendencia a ser infiel contra su voluntad. Hallaron que los hombres con dos copias de esta hormona tienen el doble de riesgo de experimentar disfunciones matrimoniales por el exagerado incremento de testosterona y de buen gusto. Para Crotto, los resultados de esta investigación pueden ser interesantes para comprender mejor el comportamiento de ciertos hombres en cuanto al mal llamado fenómeno de la felonía. Debería considerarse este fenómeno entonces como un trastorno compulsivo de la entrepierna que requiere de comprensión y apoyo.
Tanto la sexóloga como el genetista coinciden en que sea cual fuere el motivo de la infidelidad, existen algunos comportamientos que merecen ser analizados por la pareja para identificar si el sujeto está padeciendo de este mal.

1. Últimamente se ocupa más de su aspecto. De hecho, es la primera vez que se ocupa realmente de su aspecto despúes de casado.
2. Se inscribió por primera vez en un gimnasio, se puso a dieta, se compra más ropa, se corta las uñas de los pies con regularidad y usa cremas antiedad.
3. Se muestra reacio, cansado o lesionado para tener relaciones sexuales. Generalmente manifiesta tener tendinitis o estar molesto por la derrota de su equipo de fútbol favorito en cada liga.
4. Pasa más tiempo fuera de casa. Suele tener reuniones con su jefe, viajes de trabajo o aduce estar en capacitaciones con su nuevo mejor amigo.
5. Se ducha siempre cuando llega tarde a casa. Manifiesta estar en un tratamiento médico para el control de humores.
6. Hubo movimientos extraños en sus cuentas bancarias o gastos que no puede justificar. Generalmente las tarjetas vienen con pagos en establecimientos nocturnos.
7. Se esconde para hablar por teléfono. Después de varios minutos de conversación en voz baja, repentinamente levanta la voz para despedirse del jefe y mandarle saludos de la esposa.
8. Le llegan mensajes al celular que no lee delante de la pareja y que borra inmediatamente. Al verse sorprendido manifiesta su enojo por los mensajes comerciales de la compañía de teléfono.
9. Ha subido mucho su cuenta del celular y hay algún número de teléfono que se repite demasiado bajo el nombre de “Arrocito”.
10. Le dice a la pareja que está obsesionada o loca cuando le pregunta si la engaña. Cambia rápidamente de tema, se pone de mal humor y cuestiona la legitimidad de las pruebas que ella tiene: ropa interior femenina dentro de un bolsillo, lápiz labial en el cuello de la camisa y un bono de regalo de preservativos Tahití.
11. Se contradice en cosas o se equivoca con las horas, los amigos o los días que estuvo con “Arrocito”.
12. Le insiste a su pareja que haga planes o viajes por su cuenta o con sus amigas. Le recuerda la importancia que visite a su madre que vive en otro continente, pues madre ¡sólo hay una!

Fotografía de la sexóloga Anna Busado de Hessa y su ex marido, quien usa un traje sospechoso que fue encontrado en una de sus valijas de viaje meses atrás.

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