EL VERSERO MEJOR PAGADO POR SÍ MISMO
Esta
tribuna de la poesía, del sentimiento y de la melancolía, está
dedicada al versero mejor pagado por sí
mismo, Narciso Rosas, quien previa coima fue galardonado con el premio Reyna Basofia de Poesía
Iberoamericana, el premio institucional más
irrelevante de este género. El amor, la soledad, el mar, la nostalgia, la música, la pintura y
los detalles pequeños pero inmensos y universales de la vida
cotidiana lamentablemente nunca conformaron el universo poético y casi irrisorio de este poeta.
La
trayectoria de su poesía para la inmensa minoría de lectores está determinada por tres etapas. La
primera, que abarcó hasta 1961, representó su inmediatez emotiva,
expresiva y exageradamente confusa; la segunda, una etapa de poca inspiración que comenzó en 1971 con la obra De
mi boca, en la que su fuente de inspiración estuvo en su tártaro dental. Y la tercera y última etapa destacada por lo intrascendente, comenzó en 1979 con Que
sirvan las otras, con aspectos relacionados con su dipsomanía.
Presentamos
sus trasnochados versos, los cuales cabe aclarar que por alguna razón
no tuvieron la acogida esperada en el mundo académico, pero sí en la Carabina
de Ambrosio.
De mi
boca
Tengo amén
de otras cositas de las que me siento ufano,
una boca
muy bonita que el creador me ha dado.
Con ella
hablo por teléfono y yo sé que tú me sientes,
y con ella
como y río y se me salen los dientes.
Ah
boca tan loca, oh qué labios tan rosados y
osados, es que mi querida amiga, mi dentadura, no tiene ¡comparadura!
Que
sirvan la otra
Trajeron
las copas que a todos sirvieron,
pidieron
tequila y quesos rancheros.
Pagamos la
ronda, chocamos los vasos.
Dijimos
salud y fuimos sinceros.
Pedimos
más trago, tomamos , tomamos y nos mareamos.
Los tragos
causaron estragos y después la cuenta.
Nadie la
pagó, nos dijeron ¡vagos¡, yo muy ofendido le dije: ¡Bandido¡.
Salimos de
la tienda y rompimos una tasa.
Y como ya
tarde era, cada quien para su casa.
El poeta Narciso Rosas agradeciéndole a la reyna Basofia por el premio otorgado .
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