ASESORÍAS AMATORIAS, EL ÉXITO Y EL FRACASO DE FRANCISCO CHARLAS

¿Insegura? ¿Preocupada por las invitaciones de las tías solteronas para que se “una al grupo”? ¿Evita las películas que tratan del avión que se va, del tren que parte o del parrillero de una motociclista? ¿Siente envidia al ver parejas sorbiendo un espagueti, extirpándose amorosamente pústulas del rostro o desenredándose tras un beso con frenillo? Deje eso de una vez. Echemos Vaina le trae la solución (o al menos algo para que no pierda el tiempo). Nuestros editores de la sección “Negocios exitosos, vidas arruinadas”, encontraron al exitoso Francisco Charlas (más conocido como Pacho) quien ha ayudado a miles de mujeres a hallar su camino hacia el amor, lo que Pacho define como “encontrar la aguja en el alfiletero”.
Francisco Charlas nació, se crió y fue abandonado por todas su mujeres (incluidas su madre, abuela y tres hermanas) en el municipio de Tolemaida. A los 30 años se mudó a la capital del país donde también continuó su periplo de abandonos y soledades. Todos los desamparos y rupturas lo han marcado emocionalmente (algunos físicamente, sobre todo por ciertas cachetadas con anillo puesto). No obstante, Pacho encontró la calma cuando se enteró de que su madre, su abuela y sus tres hermanas (incluso la menor, de doce años) vivían felizmente casadas en hogares prósperos con bajos índices de violencia intrafamiliar. “Al menos esos hombres no están sufriendo”, pensaría entonces un dolido Pacho. Con esa noticia, Francisco Charlas entendería que había algo interesante y misterioso detrás de cada desamparo. De esta manera, realizó una investigación sobre qué había pasado con aquellos amores tormentosos que lo dejaron para jamás volver.
Supo que su primera novia (después de dejarlo y destruirle la autoestima), Ignacia Funes Tapilla, tuvo exitosas relaciones amorosas, año tras año en el colegio, al punto que se graduó con cuatro hijos en su haber. Todo un récord para la institución académica. Sobre A. Marga Rosas, su segunda novia, quien le había dicho que sin él ella no sería nadie o al menos se haría monja, supo que en efecto se había hecho monja. Y secretaria, recepcionista, ama de casa, tenista y profesora de inglés, además, porque en el cine para adultos hay que ser muy versátil. De Grimalda, a quien Pacho le pintaba las uñas de los pies, le depilaba el entrecejo y el entredicho, se enteró de que se había convertido en una activista por los derechos de las lesbianas y que gracias a él había encontrado su destino amoroso en el otro sexo. De Cindy Nero, a quien Pacho le pagaba la universidad, el arriendo, las rinoplastias, liposucciones y otras succiones, supo que después de dejarlo por ser el mejor ejemplo del “fracaso, aquello que no levanta ni a punta de los mejores esfuerzos”, había forjado una exitosa carrera como cazadora (y casadora) de multimillonarios nonagenarios.
Al observar estas vidas convertidas al éxito, y muchas más, gracias a él, Francisco Charlas entendió que él poseía aquello (esa pujanza interna) que potenciaba el éxito femenino. Abrió su propio negocio, “Catapulta al amor”, de asesorías amatorias, pero tuvo que cambiar el nombre porque una marca de armarios de alcoba con trampolín usufructuaba ese nombre. Fue así, entonces, que Francisco Charlas encontró muy pronto el éxito (así fuera a costa de los abandonos que sufre), ofreciéndose a vivir con mujeres infelices, descorazonadas y de pelo en pecho. Todas ellas, ahora, dan crédito del éxito absoluto en cuanto abandonan a Pacho. De modo que le agradecen (así hayan odiado esa larga y dura experiencia) el futuro promisorio que les abrió de par en par. Ante la pregunta de nuestros editores sobre cuál es su secreto, Pacho, humilde, confiesa: “Con seguridad es mi técnica mixta de relacionarme con una mujer. En palabras castizas, soy muy caballeroso, detallista, amoroso, solidario, entregado al 100%, e incluso cuando ella está presente. Además, no tengo sucios pensamientos de ninguna otra mujer, y menos de ella”.


En la foto, las mujeres familiares de Francisco Charlas, huyendo mientras él dormía en casa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA HISTORIA OCULTA DE ABBA

LA MALINTERPRETADA (O PARIDA) VIDA DE HIERONYMUS BROCHA, EL TOSCO