PINCHER: LA APLICACIÓN PARA ENCONTRAR PAREJA
Después de fracasar con las citas a
ciegas, con las inscripciones a agencias matrimoniales y con los
bares de mala muerte, la zootecnista y especialista en
inseminación artificial Fulgencia Falla (mejor
conocida como Fufa) decide emprender una nueva búsqueda de compañía
utilizando esta vez una herramienta tecnológica para encontrar al
hombre de sus sueños . A continuación su experiencia:
Gracias a una de mis amigas íntimas me
animé a inscribirme a un portal de encuentros denominado “Pincher”,
para la búsqueda de pareja. Tengo que reconocer que éstas
herramientas me generaban cierta desconfianza frente a los hombres:
muchos de ellos me parecían manipuladores, fracasados o psicópatas.
Pero a pesar de ellos seguí adelante. Reconocida por mis
resentimientos, exageraciones, envidias, celos y avaricia decidí
detallar en mi perfil que era una mujer de grandes sentimientos,
pasional y sobreprotectora. En cuestión de días y como un guiño de
la diosa fortuna encontré el mensaje de un sujeto interesante y
elegante. Su nombre Miles Curtis, contador público, dramaturgo,
amante de los niños y con un enorme parecido a James Bond.
No
dudé un sólo minuto en contactarlo y
nos vimos en una famosa cafetería del centro de la ciudad. Tengo que
reconocer que en un principio este bajito, pecoso, desdentado, gordo
y calvo personaje que se me presentó no fue de mi gusto, pero decidí
seguir adelante para no hacerle un desplante que socavara su
autoestima. En este primer encuentro lo veo desarreglado y le critico
la ropa, su vestimenta es sucia, insinuante y vulgar. En cuestión de
minutos logro llevarlo al llanto, pide perdón y se echa culpas.
Reconoce que el de la foto no era él, sino Roger Moore. Por lo
general, estas crisis desembocan en el sexo, que limpia las manchas,
acalla las voces y desfoga la confusión. Reconozco que soy esclava
de la tiranía de la piel, que todo lo
justifica y borra. Fornicamos sin pronunciar palabra, cada uno metido
en sus pensamientos (sobre todo él) y con la preocupación de quien
pagaría la cuenta del motel. Después de cinco minutos de pasión el
galán “deja los cubiertos sobre el plato”, “pone los codos
sobre la mesa”, entrelaza sus manos y dice: "No soy lo que tu
crees. En realidad me llamo Miller Cortés, soy cuentero, tengo cinco
hijos y mi situación económica es dramática”. Y se mira en los
espejos sonriendo como un lobo que acaba de cazar a su presa”. Yo
me refugio en el baño, con lágrimas en los ojos y una fuerte
rasquiña. Después de este revolcón provocado
por la abstinencia y el exceso de “pincher”, aprovecho una siesta de Miller y huyo del lugar sin pagar un sólo centavo.
Mientras camino a casa intuyo que
Miller, fiel a su vocación teatral, seguirá gracias a “Pincher”
con su comedia italiana. Por otro lado, yo guardaré la esperanza de
que un nuevo contacto en "Pincher" se convierta por fin en
el hombre de mis sueños.
Compartimos la imagen de Miller Cortés en su red social "Pincher".
Realmente hay que ser muy ingenua para creer que realmente estas hablando con el hombre de la foto. Y después que te sorprendas que te haya mentido en algo mas que su foto de perfil....
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Hay un refran bastante burdo, pero que sirve para la ocasion:
EliminarEngañame una vez tonto de ti, engañame dos veces tonto de ti.
La desesperación hace creer que lo que nos imaginamos es la realidad y que la realidad es fruto de la desesperación.
ResponderEliminarQue nota tán extensa, no leí un car ajo!
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