LA HISTORIA DEL CHUPETE PATAQUIVA (FUTBOLISTA)

En Echemos Vaina traemos al olvidado futbolista Sergio “El Chupete” Pataquiva, peluquero y lateral-volante con un currículum más que interesante para este portal y con una carrera plagada de detalles que ameritan su reconocimiento.


Nacido en una familia amante de la manicura y la depilación, Pataquiva se inició tempranamente en el mundo de la cosmetología y el balompié. Gracias al corte de capules y centros de costado, a sus exuberantes peinadas con cepillos y tiros de esquina, tijeretazos en patillas y jugadas con pelota quieta y a dominar las puntas con horquilla y como lateral izquierdo, fue tentado para que hiciera parte de los más prestigiosos salones de belleza y de equipos de fútbol. En el mundo balompédico, Pataquiva se inició en el club De sus amores, un onceno constituido por rutilantes figuras como D´Norberto Peluffo, Giordano “Cachaza” Hernández y “Peinadito” Ospina. Debido a la pierna fuerte y la agresividad de los defensores rivales, Pataquiva se destacaría por ser un jugador de un sólo toque (generalmente en el saque que da inicio al cotejo), con gran desempeño en el juego aéreo (frisbee y boomerang, principalmente), pero sobre todo por sus maneras poco ortodoxas de dirigirse al árbitro (de ahí su mote).

Cansado de las lesiones en sus cutículas, la falta de higiene de sus compañeros y las pocas oportunidades para lucirse en el cuadro De sus amores, decidió emigrar para fichar con el Royal Garden FC, soñando con un futuro plagado de emociones dentro pero especialmente fuera de la cancha. La falta de entrega dentro del terreno de juego y su exceso de entrega fuera de él, lo convertirían en un jugador codiciado en el selecto mercado de los escorts. “Yo le pedí al presidente del club un volante que nos sirviera de acompañamiento para los delanteros, y !me trajeron esto!”, recuerda su técnico, “El bambino” Veira. En 2003 fue parte de “Los Galácticos“, un equipo que contaba con refuerzos de jerarquía como Juan Pajiao y Onán López, delanteros desequilibrantes en el mano a mano, pero que entraron en una racha negativa, pues todas sus oportunidades se despilfarraban en los palos. Esta situación llevó a Pajiao y López a incursionar en el pole dance con gratos resultados. Con esta decepción a cuestas, Pataquiva volvió al club De sus amores, donde demostró poco y nada. Fiel a su espíritu, declaró al finalizar la temporada: “Es importante la confianza que me ha brindado el cuerpo técnico. Es motivante sentir que estás en los planes”. Minutos después, le comunicaron que el plan era despedirlo. Pataquiva decidiría poner fin a su carrera y a su vida, lanzándose a un oneroso crédito hipotecario que hasta hoy sigue pagando.
En la imagen Pataquiva y Juan Pajiao calentando el banco.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA HISTORIA OCULTA DE ABBA

LA MALINTERPRETADA (O PARIDA) VIDA DE HIERONYMUS BROCHA, EL TOSCO