El tropiezo tiene dos lados paralelos
El afamado historiador irlandés Barry Gone presentó en
la Feria del Libro de Segunda de
Estocolmo (FILIBUSTER, por sus siglas en sueco) su más reciente obra titulada El tropiezo tiene dos lados paralelos,
en el que revisa cómo América Latina ha sabido con inmensa sabiduría repetir
(incluso varias veces) los peores episodios de su historia.
Gone, famoso por escribir las biografías de los
amantes de su esposa y por su escandalosa autobiografía Barry Gone with the Wind, ha decidido compartir varios textos sobre
los conquistadores, los conquistados, los padres (algunos putativos) y los
hijos de pujas y pugnas de la América del Sur.
Reseña
biográfica de Barry Gone
Nació en Roscommon, Irlanda, en 1955, y tuvo una
infancia aciaga. Su madre, Siorse (se pronuncia shi-ro-sa), murió durante el alumbramiento, aquella vieja tradición
católica de expiar los pecados con querosene y sirios. De modo que Barry
tuviera que pasar sus primeros veinte años en el orfanato. También tuvo que ver
el hecho de que su padre, Naal Gone, dueño de dos perreras y gerente del
departamento de objetos perdidos del motel del pueblo, hubiera decidido ampliar
el patrimonio familiar con la compra del orfanato.
Desde muy joven, Barry desarrolló interés por el
pasado, gracias sobre todo a su padre, que le recriminaba a diario los más
mínimos errores que había cometido y que anotaba en un cuaderno titulado
“Promissio autem est debitum”. Sus primeras amantes señalaron sus dotes
históricas, puesto que Barry se obsesionaba con el pasado amatorio de ellas.
Sus noches de pasión consistían, entonces, en recomponer y discutir las escenas
que las amantes vivieron con otros hombres a los que Barry siempre admiró.
Durante sus años universitarios se interesó por la
cerveza y las mujeres del equipo de hurling
de la facultad. En la primera se sumió con sed académica, y en las segundas,
también. Se enteró de que la primera fue descubierta, fermentada y saboreada
por curas celtas, mientras las segundas, también. Debido a la primera, cayó en
el alcoholismo y las deudas, en tanto las segundas solo lo emborracharon y le
gastaron los pocos peniques que cargaba.
Tras su paso por AA (Abstemios Arrepentidos), despertó
con resaca y sin saber cómo había llegado al pueblo de Foxford. Perseguido por
carneros y duendes, se refugió en un pub que tenía una placa que rezaba “Aquí
el Almirante Brown vadeó las aguas amargas”. Sin saber del héroe, se interesó
por la vida de Brown y reconstruyó sus pasos, desde su infancia en Irlanda, su
adolescencia en Estados Unidos y sus desastrosos matrimonios en Argentina.
Barry Gone hizo su tesis sobre la menos conocida historia del Almirante, no
solo como padre de la Independencia del país meridional, sino también de media
docena de hijos ilegítimos.
Hoy en día, Gone es director del Departamento Estatal
de Historia y Cotilleo (DESPISTE, por sus siglas en lunfardo) y recibió en 2019
el cargo más alto al que un historiador puede llegar: el de la azotea de
DESPISTE.
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