NOVEDAD LITERARIA: ¿QUIÉN MOTIVA AL MOTIVADOR?
“La
gente es de malas por naturaleza, tonta por naturaleza, triste por
naturaleza y la naturaleza es sabia”, son algunos de los detalles
expuestos por el conferencista, predicador, desmotivador y bloqueador emocional Alex
Combro Linares en su último libro ¿Quién motiva al motivador?, con un
lenguaje simple, incluso banal, torpe, lírico, con fallas en redacción,
pero con una explicación anti-humanista aplicable al dilema de motivar dentro de la desgracia. Parece que, al leerlo, uno se exceptúa de la lista. Pero el
autor se encarga, de hacerle saber a “la gente” que no los exceptúa. Más
bien al contrario, nos demuestra que todos somos protagonistas de este mundo de penurias. En el primer capítulo, Combro Linares
recuerda a sus maestras de primaria menopáusicas que estuvieron a cargo
de su repetición de cada año escolar hasta que apareció la
promoción automática. Después incluyó el grupo de profesores del secundario y a muchos que lo fortalecieron como idiota y perezoso frente a la factorización del trinomio cuadrado perfecto. Es una lista potente.
En el siguiente capítulo, el autor detalla su vida como desamorado,
solitario, insoportable, que pidió amor, lográndolo apenas por
unos minutos en una fiesta gay. “En el futuro nos vamos a reír de esos
conservadores que hoy niegan el fracaso amoroso y la mala suerte para la
conquista. Lo más raro, que no deja de ser un poco tragicómico, es que
ellos se van a seguir riendo de nosotros, de nuestras desgracias
comunes en un futuro”. El tercer capítulo describe los sentimientos cuando se enteró
de la muerte de Leonardo Favio. “Siento una tristeza rara, mezclada con
la alegría que siempre me dio escucharlo, o mejor, saber que alguien
como él, al igual que yo, cortaba flores mientras llovía y llovía”. En
el siguiente capítulo, describe con rudeza la pérdida de su abuela, que
después de estar un semestre viendo el fútbol de la Fiorentina, el
Milán, la Juventus y el Génova, nunca pudo recuperarse de la
insuficiencia de Calcio. Finaliza el libro con una narración telúrica
sobre su primera y única experiencia investigativa denominada “¿Cómo combinar los diptongos sin ponerse tristongo?” Para muchos un tema apabullante y barroco, pretencioso, narcisista,
envejecido, tétrico y flojo. En fin, un tema fiel a la naturaleza de su
autor.
En la foto el escritor Alex Combro Linares minutos antes de caerse de espalda y partirse la nariz.
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